sexta-feira, 17 de outubro de 2008

O papel da diplomacia

O jornal venezuelano El Universal publicou, no dia 16 de outubro de 2008, matéria que traça um histórico da diplomacia mundial.


Diplomacia en el siglo XXI

Julio César Pineda

La variable económica, clave en la globalización, obligó a una diplomacia comercial

La diplomacia es la técnica de las Relaciones Internacionales, sus ejecutores son los miembros del Servicio Exterior de cada país y los funcionarios internacionales que "permite a los Estados, a pesar de las diferencias de sus sistemas constitucionales y sociales, llegar a la comprensión mutua y a la solución de sus divergencias por medios pacíficos". El Jefe de Estado o de Gobierno, tiene un papel fundamental, pero son los diplomáticos quienes actúan en nombre de los gobiernos y dentro de la política de Estado. El origen de la diplomacia puede ubicarse en el siglo XV cuando Venecia estableció contactos permanentes, políticos y comerciales con los Estados de Europa, pero fue el Congreso de Viena de 1815 el que elaboró la primera normativa de Derecho Diplomático, expresado hoy en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. La relación económica y política entre los pueblos, civilizaciones, religiones y culturas siempre exigió de diplomáticos.

El término diplomático y diplomacia, aparece en Francia en el período de transición entre el Antiguo Régimen y la Revolución. Es la época en que aparecen los Estados con sus tres elementos: población, territorio y gobierno y las características de soberanía e independencia. En esa época, la diplomacia representaba las relaciones entre las grandes potencias: Gran Bretaña, Francia, Rusia y el Imperio Austro-Húngaro, Rusia y el Imperio Otomano. Los procesos de colonización extendieron la actividad diplomática europea a todos los continentes. El fracaso de la naciente diplomacia se expresó en la Primera Guerra Mundial, pero también la reformulación de la misma con la tesis del presidente Wilson de un orden mundial plural basado en el derecho. Este aporte de Estados Unidos sacó a la diplomacia del esquema europeo hacia una organización internacional de carácter universal con la creación de la Sociedad de Naciones, la cual se extinguió en 1929 pero revivió en 1945 con la creación de la ONU. Las potencias vencedoras impusieron en el sistema internacional la bipolaridad. Europa perdió fuerza y los dos puntos de referencia fueron Moscú y Washington. La diplomacia se convirtió en permanente confrontación entre las dos metrópolis y sus periferias. Los procesos de descolonización y la aparición de nuevos Estados, como también la creación de organizaciones internacionales, permitió una nueva dimensión a la diplomacia con una fundamentación jurídica bajo principios esenciales como la integridad territorial, la soberanía y la libre determinación de los pueblos. Los gobiernos se comprometieron a la solución pacífica de las controversias

En la década de los 80, la coexistencia pacífica entre dos grandes modelos permitieron una diplomacia personalizada en los Jefes de Gobierno de la URSS y de Estados Unidos. Esto se reforzó por el equilibrio nuclear y la distensión cuya expresión fue la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa celebrada en Helsinki en 1975. Las confrontaciones entre Moscú y Washington se trasladaron al Tercer Mundo como fue Afganistán y Cuba o indirectamente cuando uno y otro sistema influían de manera determinante en conflictos regionales y locales como sucedió en Angola, en el Medio Oriente y en América Central. Con la caída del muro de Berlín y el fin del comunismo, la diplomacia se puso a la orden de las nuevas realidades mediante el uso de tratados y convenios. El exitoso proceso de la Unión Europea, revalorizó la diplomacia europea. El fin de la bipolaridad también fortaleció a las Naciones Unidas en la aplicación del Derecho Internacional y en la participación en todas las negociaciones incluyendo los cascos azules, apareció una nueva diplomacia multipolar y de cumbres además de la diplomacia de grandes espacios geopolíticos o neoeconómicos más allá del Estado nacional como el Grupo de los Ocho, las negociaciones Sur-Sur, la Liga Árabe, el Mercosur y la Comunidad Andina. La globalización y la multiplicación de Estados con nuevas potencias emergentes como India, Brasil, Japón y China, obligarán a reformular todo el sistema de Naciones Unidas. Hoy lo que observamos es una diplomacia basada en la multipolaridad y en la cooperación con relaciones más equilibradas entre los grandes centros de poder mundial.

La variable económica fundamental en la globalización y en la mundialización, obligó a una diplomacia comercial con la creación de la Organización Mundial de Comercio y la reestructuración de los sistemas financieros mundiales como el FMI y el Banco Mundial, más necesario hoy cuando el planeta vive una de las peores crisis financieras y donde la solución corresponde a todos los actores del Sistema Internacional.

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